Intervención familiar: ayudar a familiares adictos

¿Cómo ayudar a un familiar a empezar un tratamiento?

Si un familiar o ser querido quiere comenzar un tratamiento de recuperación de una adicción (a sustancias o conductual), la familia debe acompañar desde el límite.

Y si NO quiere comenzar un tratamiento, TAMBIÉN se debe acompañar desde el límite.

¿Qué significa acompañar a un adicto desde el límite?

Si bien cada situación es distinta, es crucial que la familia comience por poner límites y que acompañe desde ese lugar. El adicto puede consumir porque hay una persona, o más de una, que es codependiente o coadicta.

El límite, más si la persona no quiere recibir ayuda, debe ser severo y estricto, sin fisuras. Por ejemplo dejando de asistir al adicto en situaciones de su vida cotidiana, no mintiendo por él ni cubriendo o no facilitándole dinero.

No favorezca al adicto, no sea flexible ni rompa los límites acordados: la adicción afecta a todos.

A pesar de los límites, el adicto no quiere comenzar la recuperación

Puede pasar que a pesar de los límites puestos por la familia o por un ser querido, la persona adicta no quiera comenzar la recuperación aunque el tratamiento para la adicción sea online y sin internación. No hay que desanimarse, en esos casos es la familia la que inició, sin darse cuenta, un proceso de recuperación y es la que debe buscar ayuda para profundizarlo y lograr así que el adicto recapacite y se sume.

Para comenzar un proceso de recuperación hay que hacer las cosas de otra manera, de una forma distinta a la habitual y solo así se lograrán resultados diferentes, que logren romper con la codependencia, que se recupere no solo al adicto sino también a todo el grupo familiar.

Los límites son una de las claves para hacer las cosas de otra manera.

No se puede forzar a un familiar a recibir tratamiento, tiene que ser su decisión. Pero que la familia entienda y comprenda que también es parte de la adicción puede ser un paso importantísimo para que finalmente cambie de opinión.