Recorremos los últimos días del año y se acercan las fiestas de Navidad y Año nuevo. Es momento reencuentros familiares y de reuniones que en muchas ocasiones dan lugar a conflictos, enfrentamientos y discusiones no solo para personas que padecen una adicción o transitan una recuperación sino también para todas aquellas que sufren otros problemas como la depresión, ansiedad, angustia, ataques de pánico, etc.
Si en la familia no hay comunicación, hay cosas de las que no se pueden hablar o que no se dicen, ¿es recomendables pasarlas en familia? ¿Qué se puede hacer para transitar las fiestas de la mejor manera posible?
Las fiestas son fechas que traen emocionalidad a los integrantes de una familia a la vez que sentimientos encontrados y hasta contradictorios como por ejemplo tener ganas de participar de la reunión, pero sentirse obligado a “caretearla” o, bien, no tener ganas de participar, pero ir igual, de mala gana, por sentirse “obligado”.
¿Pero qué pasa cuando esa emocionalidad cuando hay roles disfuncionales y conflictivos? Muchas familias se obligan a compartir, a pasar las fiestas “en familia y bien”, y “bien” la mayoría de las veces significa evitar la honestidad emocional, hacer de cuenta que está todo bien, algo totalmente contrario a lo que debería ser compartir y que termina siento nocivo para la dinámica del grupo.
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¿Qué es la honestidad emocional y cómo aplicarla en las fiestas?
Compartir no es esconder ni mirar hacia otro lado: las fiestas deberían ser un momento de encuentro y también de honestidad emocional. ¿Y cómo ser más honesto emocionalmente para compartir de una manera más sana? No es una respuesta fácil, pero se trata de crear un espacio en el que se pueda hablar sin ser juzgado de lo que le pasa a cada integrante con el resto de los familiares, tratando de conocer sus problemas y cuáles son las circunstancias particulares que lo causaron.
Depresión, ansiedad y adicciones: 10 consejos y recomendaciones para pasar mejor las fiestas
Si actualmente está transitando el camino de la recuperación de adicciones o padece depresión, ansiedad o ataques de pánico, le dejamos algunas pautas que ayudarán a que pueda decidir mejor qué hacer o no para las fiestas
- Lo importante es contar con una red de apoyo.
- Rodearse de amigos que puedan dar contención y alienten el proceso de recuperación.
- Tratar de no estar solo.
- Tener presenta que la tristeza y la soledad son cíclicas, van y vienen.
- Tener en cuenta que cada pequeño triunfo realizado durante el año es una gran conquista.
- Evitar personas que provoquen situaciones de vulnerabilidad (parientes que incentiven a la bebida o personas tóxicas). A veces es mejor no ir a ciertas reuniones, no hace falta probarse nada.
- Tratar de poner en palabras situaciones emocionales negativas, compartirlas con el profesional, terapeuta o coach, o con personas que formen parte del grupo de apoyo.
- Incorporar actividad física ayuda a sentirse mejor psicológicamente y a lidiar con el estrés extra que se puedan generar en estas fechas.
- Aceptar y controlar el autoboicot, el “saboteador interior”, estar atento a los pensamientos propios perjudiciales para contrarrestarlos.
- Durante las fiestas, tratar de encontrar satisfacción ayudando a otros.
Las fiestas como una oportunidad
Vivamos las fiestas como una oportunidad de conocer más al otro, de saber qué le está pasando, cómo lo está pasando, qué siente, qué expectativas tiene y qué desea, SIN EVITAR NI DEJAR DE LADO lo malo que le pasó y evitando así cerrarse.
Después de un año tan difícil a nivel mundial, lleno de incertidumbre, de estrés, de angustia, de miedos y con dificultades económicas para millones de personas, aprovechemos a mirar al otro a los ojos y tratemos de conectar, de encontrar un punto en común, por pequeño que sea, quizá un gesto, una palabra o algo que nos permita construir desde un lugar de honestidad emocional y a la vez sea un primer paso para comenzar a sanar.
Creador y fundador de Ve Por Más. Asistencia, abordaje, consultoría y enseñanza en adicciones. Desarrollo personal. Educación emocional.