En los recreos, la mayor parte del tiempo me iba a hablar con una hermana (colegio católico) la cual siempre además de su cariño, me compartía su sabiduría de experiencia y vida.

Luego, ya de más grande,  me acercan un libro sobre chicos autistas y sin dudarlo, como si ya supiese de qué trataba y para donde iba, realicé la carrera de psicología.

Mientras cursaba, varios profesores nos hablaban de las distintas corrientes para el tratamiento de las diferentes patologías, y como siempre yo tan cuestionadora, en un intento por acercarme lo más posible a la más asertiva de todas las teorías y técnicas de “sanación”, comencé a cursar el postgrado en Gestalt terapia.

Una experiencia única desde lo vivencial y desde el crecimiento personal y profesional.

Más adelante percibo que me estaban faltando aun más herramientas para trabajar, por ello me introduzco una vez más en el mundo de la psicología cognitivo conductual y de allí a la psicología positiva. Esta última es la que aplico más que nada en el área de prevención y en el incremento del fortalecimiento, bienestar y de la autoeficacia en la población a la que llegamos.

Esta última me permitió conocer en persona a quién fué la mano derecha del fundador de la corriente (Martin Seligman) el Prof. James Pawelski, una grandiosa y humilde persona, filósofo de la Universidad de Pennsylvania (EE. UU.) y director de la maestría en psicología positiva aplicada en dicha universidad.

Así como este ejemplo, he tenido a lo largo de mi carrera muy gratos encuentros que han aportado muchísimo valor en mi persona.

Por ello es que hoy, desde Ve Por Más, es que intento llegar a la mayor cantidad de personas posibles, para aportar todos mis conocimientos y hacer lo necesario para aportar nuevas herramientas, contención y empatía, fomentando así la salud mental y prevenir las adicciones y todas las patologías asociadas a ellas.